En el altiplano, se están desarrollando nuevos tipos de «frijoles» como productos alimenticios para mejorar la nutrición, los ingresos y el bienestar de la población. Investigadores de leguminosas en la Universidad Nacional Agraria «La Molina» de Perú ayudaron a los pequeños agricultores de las tierras altas (3,000-4,000 metros) a producir Tarwi, un frijol derivado de la planta de lupino andino (también llamado «chocho»). Es altamente nutricional y se utiliza en programas de alimentación para niños. Para aumentar los ingresos de los hogares en el altiplano, los frijoles Tarwi también se procesan en harina, salsa, bocadillos y fideos, que se comercializan como productos de alto valor.
